La sostenibilidad se ha consolidado como uno de los pilares fundamentales en la agenda global, extendiendo su influencia a todos los sectores, incluido el ocio y el entretenimiento. Este sector, tradicionalmente asociado al consumo y la diversión, hoy se encuentra en plena transformación, adoptando prácticas responsables que buscan equilibrar el disfrute con el respeto al medio ambiente y la sociedad.

En este contexto, Alejandro G. Santoro, especialista argentino en Ingeniería de Sistemas, destaca como referente en la integración de soluciones de automatización e Internet de las Cosas (IoT) aplicadas a la industria del entretenimiento. Su enfoque innovador ha permitido demostrar que la sostenibilidad y la diversión no solo pueden coexistir, sino potenciarse mutuamente.

Santoro ha profundizado en cómo la sostenibilidad puede generar un impacto positivo en el sector, promoviendo un consumo responsable y asegurando el bienestar de las futuras generaciones. “Incorporar la sostenibilidad en el ocio, la cultura, el turismo y el entretenimiento implica integrar criterios ambientales, sociales y éticos en cada etapa: desde la producción audiovisual y los eventos, hasta el gaming y la distribución de contenidos. El objetivo es minimizar impactos negativos como emisiones y residuos, al tiempo que se fomenta la diversidad, el bienestar social y la responsabilidad corporativa”, explica el especialista.

El auge de la sostenibilidad, que comenzó a tomar fuerza global hace medio siglo, ha impulsado cambios legislativos y culturales en numerosos países, incentivando a empresas y proveedores a adoptar prácticas más responsables. Según proyecciones recientes, las inversiones internacionales en sostenibilidad podrían superar los 50 billones de dólares al cierre de este año, reflejando la magnitud de este cambio.

Entre los avances más significativos en la industria del entretenimiento, Santoro destaca la adopción de energías renovables, como la solar, y el uso de materiales sostenibles, especialmente plásticos reciclados o de origen renovable. “El uso de energía sostenible es esencial para combatir el cambio climático, reducir emisiones y proteger el entorno. Además, impulsa la innovación, la creación de empleo y la preservación de recursos para las próximas generaciones. Por su parte, los plásticos sostenibles ayudan a reducir la contaminación, proteger la vida marina y responder a las demandas regulatorias y sociales, mejorando la reputación empresarial”, señala.

La relación entre ocio, sostenibilidad y bienestar social tiene raíces históricas. Desde la Revolución Industrial, la preocupación por la calidad de vida de los trabajadores y la necesidad de espacios de esparcimiento impulsaron la creación de políticas públicas orientadas al bienestar. Hoy, tras la pandemia de COVID-19, el sector del entretenimiento ha demostrado ser clave en la recuperación económica y emocional de las sociedades, con un crecimiento global del 20% en 2024 y un papel central en países afectados por crisis económicas.

Alejandro G. Santoro, fundador y CEO de NLJ Technologies en Utah, EE. UU., ha liderado el desarrollo de soluciones innovadoras como el GoKart ShowMaster, una plataforma de automatización que integra IoT, comunicación inalámbrica LoRa, iluminación DMX, inteligencia artificial y sistemas de seguridad automatizados. Esta tecnología, implementada en centros de entretenimiento como The Rush Funplex y Crush Golf & Grill, ha permitido optimizar la seguridad, reducir el consumo energético y mejorar la experiencia de los visitantes.

Con certificaciones del MIT xPRO en Arquitectura e Ingeniería de Sistemas Basada en Modelos, Santoro ha aplicado sus conocimientos en proyectos que incluyen máquinas de niebla ultrasónica libres de químicos y protocolos automatizados que disminuyen el consumo eléctrico hasta en un 30%. Su trabajo ha contribuido a que organizaciones operen de manera más eficiente y sostenible, generando experiencias seguras y memorables para familias y comunidades.

Santoro concluye que el futuro de la sostenibilidad en el entretenimiento ya está en marcha y requerirá una preparación constante de los profesionales del sector. La evolución es imparable y justifica los esfuerzos realizados hasta ahora, marcando el inicio de una transformación profunda y duradera en la industria.